
Chileno destaca junto a Pablo Neruda en otro continente
ENTREVISTAS POR EL MUNDO
Nicolás Muñoz Díaz
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En Melbourne, Australia, reside un chileno que hoy conquista paladares gracias a su restaurante. Sin embargo, su historia se inició hace varias décadas cuando deja Chile e inicia una alucinante vida de músico que lo llevó a recorrer recónditos lugares del mundo. Este es un breve repaso por la vida de Agustín Vargas.
¿Quién es Agustín Vargas?
Sentados en el centro de su local Agustín comienza a contar su historia: “Yo soy Agustín Vargas, un chileno de 64 años que emigró con sus padres en 1975 desde la comuna de San Bernardo, región Metropolitana (...) A raíz de la situación económica, política y social de Chile mis padres tomaron la decisión de emigrar. Aunque a nosotros como niños nos pareció una cosa absurda en ese momento, terminé saliendo del país junto a mis papás, mis dos hermanas y mis dos hermanos”.
¿Cómo fue la vida una vez que llegas a Australia?
Las cosas no fueron sencillas, ya que pasar de Chile a Australia es un cambio drástico. En palabras de Agustín: “Llegamos acá chicos, yo tenía 14 años. Entramos a la escuela, hicimos amistades y eso, de alguna forma, hizo más fácil el cambio. Aunque debo reconocer que en un principio fue un poco solitario, tuve la ventaja de estar con mis hermanos”.
Fue en esta época en que la música aparece como una especie de salvavidas para esta familia de chilenos. “En los primeros años formamos el primer grupo de música andina en Australia en 1977, se llamaba Apurima (...) Como éramos los únicos en el estilo nos daban la oportunidad de tocar en todos lados. Desde ahí siempre hemos estado ligados a la música. Honestamente, la música, además de permitirnos seguir conectados con nuestra cultura chilena, de una u otra forma nos salvó”.
¿Qué mensaje le podríamos dejar a un chileno que tenga ganas de salir al mundo?
En este punto, el micrófono es completamente del entrevistado: “El joven chileno, por obligación, tiene que salir del país a ver cómo vive el resto, porque a futuro, quienes logran salir y volver, tienen la posibilidad de cambiar el sistema chileno”.
“Al ver cómo vive el resto del mundo”, prosigue, “van a saber resolver problemas del primer mundo, pero es una tarea de los jóvenes porque la gente mayor ya no va a cambiar su visión. Algo muy común que les pasa a las personas al volver a Chile es que se van a dar cuenta que cambiaron, que evolucionaron sin darse cuenta, y eso trae consigo una serie de choques culturales que no solo se da con el país, sino también con tu familia, tus amigos o la misma gente en la calle.”.
Antes de despedirse, Agustín Vargas cierra con una breve alocución: “El mensaje es salgan a recorrer el mundo, vean cómo vive el resto y vuelvan a Chile con una experiencia más grande de lo que es el mundo. El mundo no es Santiago, hay que conocer lugares, vivirlos y experimentarlos. No necesariamente tiene que ser al otro lado del planeta, pueden experimentar países como Perú, Bolivia o Argentina, pero lo importante es que lo hagan. Ni siquiera el lenguaje es barrera, la única barrera eres tú”.
¿Se extraña Chile?¿Tienes en mente volver en forma permanente?
Luego de una pequeña pausa, propia de un momento de introspección, Agustín responde: “No se extraña Chile, sino el recuerdo de lo que uno dejó. Uno deja un niño en Chile que va a estar siempre ahí. Todos tus recuerdos están ahí, tu pasaje y tus amigos de ese tiempo (...) En mi caso ya no regresé a Chile, porque cuando uno quiere volver a un lugar tiene que ser después de cierta cantidad de años y yo tengo tanto a mis hijas como a mis nietos acá”.
En el mismo sentido, Vargas hace hincapié: “Eso sí, creo firmemente que cualquier persona que diga ser chileno tiene el deber de al menos una vez volver a Chile, a sus raíces, para hablar con el niño que uno deja allá y decirle que está todo bien, que ya no hay más miedo”.
Considerando tu historia de vida y más allá de lo que diga el pasaporte es válido preguntar ¿te sientes chileno?
A diferencia de la pregunta anterior, aquí no hay titubeos: “Sí, toda la vida. Aunque tengo una particularidad que es que cuando hablo con gente de Argentina o Uruguay me sale natural otro acento, distinto al chileno. Eso igual se explica porque la mamá de mis hijas es uruguaya y que por algunos años también viví en aquel país. Pero a pesar de todo yo soy chileno de tomo y lomo”.
¿En qué momento nace el Neruda's y cuál es su lazo con el poeta chileno?
Considerando la pasión por la música que refleja Agustín se vuelve curioso conocer cómo termina encabezando un restaurante chileno en una de las principales capitales culturales del mundo.
Al respecto, Vargas comenta que “por cerca de 20 años viví exclusivamente de la música. Estuve en Uruguay, Japón y Australia, obviamente (...) Durante mi carrera musical participé en varias agrupaciones, pero llegó un momento en que me encontré viejo para seguir tocando y tomé la decisión de abrir un café. Mi intención era seguir conectado con el público”.
Es así como el 2016 nace un pequeño local que fue creciendo paso a paso: “Comenzamos con un local chiquitito, el cual nunca pensamos que iba crecer y gustar tanto (...) El nombre original del restaurante es Neruda's Brunswick y tiene este apóstrofo queriendo decir que si Neruda hubiera vivido en Australia, habría elegido este edificio (...) La inspiración en el poeta nace, más que nada, por la onda que transmite Pablo Neruda, de ser parte del mundo, de no ser de un solo lugar, en definitiva, ser un ciudadano del mundo”.
¿Has vuelto a ir a Chile? ¿Qué es lo que más te ha llamado la atención?
A pesar de la distancia y un sinfín de viajes, en la vida de Agustín siempre ha habido espacio para su tierra: “He ido muchas veces a Chile. La primera vez fue el '83, después de estar mis primeros ocho años viviendo en Australia. Luego repetí el viaje el '86 y el '88. El '92 me quedé a vivir en Uruguay y en ese período Chile fue un destino recurrente. El '96 retorné a Australia y de ahí no volví a Chile hasta el 2010, luego hubo varios viajes consecutivos, pero ya desde el 2013 que no he vuelto”.
“Lo que más me llamó la atención la última vez que pisé el país fue que se ha convertido en un país mucho más avanzado, diferente a cómo lo dejamos. Tecnológicamente están a la par del resto del mundo. El único problema que tiene Chile es la parte social y económica, ya que es un país de mucho dinero pero está mal repartido. Y no me refiero a la distribución en la gente, sino que el dinero no se usa en lo que se debe usar, como decía uno, muchos monumentos pero pocas viviendas para la gente”, asevera.


Agustín momentos previos a la entrevista.


El famoso Neruda's desde dentro.


Agustín fuera de su local.